01 de marzo - Día de la Cero Descriminación

El 1° de diciembre de 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1° de marzo como el día de la Cero Discriminación. La discriminación hace referencia a cualquier acto o comportamiento que tiene por objeto o resultado la violación de los derechos humanos fundamentales que todas las personas disfrutan en pie de igualdad.El derecho a la no discriminación implica que todas las personas reciban un trato digno: que se respete su dignidad humana, autonomía, privacidad y confidencialidad, y que se les garantice la ausencia de coacción y abuso en igualdad de condiciones. En el Día de la Cero Discriminación de este año, ONUSIDA destaca la imperiosa necesidad de actuación frente a las leyes discriminatorias, pues en muchos países la propia legislación crea diferencias en el trato entre personas, quedando así excluidas de los servicios básicos o sufren restricciones en su manera de vivir solamente por ser ellos mismos. Dichas leyes son discriminatorias; niegan los derechos humanos y las libertades fundamentales. Así, los Estados tienen la obligación moral y legal de eliminar las leyes discriminatorias y aprobar otras que protejan a las personas. Esto se encuentra señalado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los tratados sobre los derechos humanos, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y en otros compromisos internacionales.

Lidera el esfuerzo mundial por poner fin a la epidemia de sida como amenaza para la salud pública para 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Desde que se declararon los primeros casos de VIH hace más de 35 años, 78 millones de personas han contraído el VIH y 35 millones han muerto por enfermedades relacionadas con el sida. Desde que se puso en marcha en 1996, ONUSIDA ha liderado e inspirado el liderazgo, la innovación y la colaboración a nivel mundial, nacional y local para conseguir acabar con el VIH definitivamente. Así, ONUSIDA propicia que las personas que viven con el VIH, o afectadas por este, participen activamente de la toma de decisiones, y les da un papel fundamental en el diseño, puesta en marcha y seguimiento de la respuesta al sida. También proporciona las orientaciones estratégicas, la difusión, la coordinación y el apoyo técnico necesarios para catalizar y conectar a los líderes de los gobiernos, del sector privado y de las comunidades y para la prestación de servicios del VIH que salvan vidas, entre otras muchas acciones.